Los CJR buscan aportar al lento proceso de reconstrucción de las organizaciones sociales de base por medio de la participación directa de los pobladores, estudiantes y trabajadores en la resolución de nuestros problemas, afrontamos con esperanza el presente, apostando por la capacidad de desarrollo que posee el mundo social y confiando en las bases sociales, semilleros de nuevas personas que enfrenten las necesidades y marginaciones de las mayorías por medio de la organización y la lucha por las demandas que nos permitan tener una vida mejor.

Apostamos por evitar el sectarismo entre la izquierda, de la cual nos sentimos parte, por ello nuestra máxima es la unidad en la lucha y la diversidad comprendida como la aceptación de trabajar con diversas organizaciones bajo la premisa de encontrarnos en algún movimiento social u organización social, respetando las identidades y formas de trabajo propios de cada organización.

Creemos que en la realidad concreta no debemos ser tan solo engranajes de una gran maquina que nos domina y de la cual pasamos a formar parte, por ello apostamos a la transformación de los sujetos levantando los valores socialistas como premisa para la transformación de la sociedad.

Solo por medio de una transformación radical , es decir una revolución, seremos capaces de construir una nueva sociedad en donde las personas no estén al servicio de los empresarios y el mercado con sus vaivenes, solo por medio de una revolución seremos capaces de recuperar lo que nos pertenece y de devolverle a la sociedad la libertad de labrar su camino sin ser este alambrado por los intereses de los poderosos.

circulosrevolucionarios@gmail.com

jueves, 6 de mayo de 2010

Campaña contra la educación de mercado, volantes entregados en liceos y universidades


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viernes, 30 de abril de 2010

boletín mayo

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martes, 27 de abril de 2010

Movilización miercoles 28, 10 am plaza los heroes.


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jueves, 22 de abril de 2010

Carta de Pascual Pichún desde la cárcel de Traiguén

"Me suben al carro y veo entre la pequeña ventana enrejada la luz del sol, parece un lindo día, las calles, la gente. Esa que no nos ve, que no quiere ser parte de esta historia, que se avergüenza, que tiene miedo. Pero nosotros no somos culpables de ese miedo, siempre estuvimos y siempre estaremos acá y nuestra lucha es también, por ellos, por cada uno de los habitantes del wallmapu."


Esposado de pies y manos sólo puedo caminar dando saltitos. Por cada movimiento que doy el acero inoxidable de las esposas aprieta, dañan y lástima al punto del calambre. Pese a todo estoy tranquilo, como sí fuera el agua de un lago por la mañana, sonrío y levanto la cabeza mirando a los ojos a uno de los pacos que me apunta de frente con su ametralladora. Está serio, es un peñi se nota en su rostro moreno y en sus ojos oscuros. Lo miro de frente como interrogándolo, pero no soporta esa presión por lo que decide desviar la mirada como avergonzándose de si mismo. Quizás sabe que esta haciendo lo incorrecto, quizás le pesa ese uniforme que reprime y daña a diario a su propia gente. Sin embargo, no le queda de otra pienso, de eso vive, de ese misero sueldo comen sus hijos y puede darle esperanzas en este malvado sistema. Porque él sabe y ese es el punto, que no le está apuntando a un delincuente como tal, ni está cuestionando a un terrorista como le hacen creer y le recuerdan toda vez que debe apresar a un peñi.

Cómo está peñi, cómo se llama su gente, su comunidad. Me dan ganas de hablarle y decirle que no se preocupe que lo entiendo. Responderle que estoy bien, que nada más me aprietan un poco las esposas pero nada que no logré a acostumbrarme con el paso de las horas. Y señalarle que han pasado años de no usar una de estas, y terminar riendo juntos.

Es que al final siempre reímos y le encontramos sentido a esta vida que hemos heredado de nuestros viejos. Yo el preso, el me vigila, pero no somos distinto, ni él mi enemigo, ni yo de él. Este sistema, este, que nos impusieron a fuerza y fuego, es por eso que hoy nos ponen sin opción de frente. Y es esto lo que se hace necesario cambiar, porque somos parte de una gran historia y de un gran pueblo peñi.

Me suben al carro y veo entre la pequeña ventana enrejada la luz del sol, parece un lindo día, las calles, la gente. Esa que no nos ve, que no quiere ser parte de esta historia, que se avergüenza, que tiene miedo. Pero nosotros no somos culpables de ese miedo, siempre estuvimos y siempre estaremos acá y nuestra lucha es también, por ellos, por cada uno de los habitantes del wallmapu.

Se detiene el carro llegamos al hospital, esta la prensa, esta prensa chilena que no cumple un bien social sino el resguardo de los intereses capitalista, esta es la prensa que construye historia de terroristas, la que nos clasifica entre malos y buenos. La que aclama represión y levanta a esos hermanos que se venden al vedetismo barato como un objeto turístico de feria costumbrista. Para esta prensa omnipotente, los que soñamos y luchamos por una vida mejor para nuestra gente somos los terroristas, los violentos. El tema es que el terrorismo existe desde que invadieron nuestro territorio, desde el momento que nos impusieron sus próceres y nos niegan nuestra historia que es mucho mayor a 200 años.

Entramos por un pasillo hacia la sala de espera colmada de gente, sobre pasada como la mayoría de los hospitales que estos gobiernos han abandonado. Es que ni la salud, ni la educación en chile es un derecho amigo, sino un rentable negocio que obliga a los chilenos a hipotecar su futuro para sanar una enfermedad o conseguir un título universitario. El dios dinero que lo puede todo, en un país que pareciera no tener memoria, un país que quiere profundizar un modelo de vida dictatorial y donde se cree que el presidente hizo todos sus millones trabajando.

“Denle duro, hay que meter preso a todos estos indios”. Le reclama una señora a los policías que me custodian. Parece mentira lo que estoy oyendo sí soy como usted señora, mírese al espejo e indague sólo un poco en su historia familiar y comprenderá el porqué de su piel morena, como yo, y su cabello oscuro aunque intente ocultarlo.

El trámite es sencillo, no tengo lesiones ni daños corporales ni mucho menos morales por eso debo firmar y con las manos esposadas, es que soy un reo peligroso según la información que maneja la policía.

De vuelta a la comisaría, me encuentro con una celda exclusiva para mí. Es un lugar conocido, cuantos peñi han pasado por aquí y así lo demuestran los rayados: “Resistencia Mapuche” “Lemun Vive” “Matías Katrileo Vive” se lee en las paredes.

Esta comisaría, esta celda es parte de nuestra historia, de nuestra lucha, pienso, hace frió y parece que comienza caer el sol en Temuko, llega la noche, la oscuridad necesaria para partir un nuevo día, más radiante.

Me apresto a iniciar este camino, nuevamente soy uno de los cuántos peñi presos por soñar, siendo perseguido y temiendo ser asesinado por esta falsa democracia. Siendo esta la forma en que ellos celebran su bicentenario, pero nuestra historia es mucho más que doscientos años, más que esta ciudad, que estas cárceles. Por eso sonreímos todo el tiempo y le encontramos sentido a la vida e intentamos pensar en un mañana, en un futuro para nuestros hijos. Mismo sueño que hace tanto tiempo queremos compartir, porque somos así, siempre pensando en el del lado y estamos acá como siempre hemos estado.

Estoy nuevamente en prisión, aprovechando estos días para la reflexión. Para pensar en nuestro futuro, el que debemos construir para las futuras generaciones.

Agradezco a cada uno de los amigos que me han acompañado en estos años y me han enseñado el valor de un ser humano. Pero sobre todo han estado en los momentos tristes y felices que se descubren en el camino de lucha que compartimos.

Newentuleayiñ kom pu che

Wewayiñ Marrichiweu

Pascual Pichun

Preso Politico Mapuche


Fuente: chilecontaminada.blogspot.com

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Se decreta libertad y absolución para documentalista Elena Varela

Tribunal Oral de Villarrica absolvió en el día de hoy a la documentalista Elena Varela, Keny Sánchez y Sergio Reyes Matus de los delitos de asalto y asociación ilícita; de este modo se decretó la libertad de los imputados, quedando solamente Sánchez con la medida cautelar de firma mensual por porte ilegal de armas.


Finalmente la Fiscalía de Rancagua, encabezada por Servando Pérez, no pudo comprobar la acusación que pesaba contra la realizadora del boicoteado documental Newen Mapuche, Elena Varela y otros dos imputados acusados de ser los responsables de 2 asaltos bancarios en Machalí y Loncoche el año 2005.

Varela, quien fue acusada de estar involucrada en la planificación de ambos delitos, arriesgaba una condena de 15 años de presidio, mientras que para Reyes Matus y Sánchez Contreras se solicitaba una pena de 20 años.

En la jornada de hoy, pasado el medio día, se leyó la sentencia contra la documentalista Varela, momento en que el Tribunal Oral de Villarrica la declaró inocente.

Al salir de la audiencia, Varela declaró su satisfacción por la resolución de los tribunales, “me siento absolutamente feliz porque se ha hecho justicia, la verdad ha triunfado y finalmente se ha sabido todo lo oscuro que había detrás de este proceso que hemos vivido”, manifestó.

“Fueron seis años de persecución, pero estamos libres y vamos a seguir hablando de la verdad, porque es importante que en Chile y a nivel nacional internacional las cosas se vayan sabiendo, voy a seguir luchando para que las cámaras muestren la verdad que ocurre en nuestro país”, finalizó.

Fuente: www.observatorio.cl

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