Los CJR buscan aportar al lento proceso de reconstrucción de las organizaciones sociales de base por medio de la participación directa de los pobladores, estudiantes y trabajadores en la resolución de nuestros problemas, afrontamos con esperanza el presente, apostando por la capacidad de desarrollo que posee el mundo social y confiando en las bases sociales, semilleros de nuevas personas que enfrenten las necesidades y marginaciones de las mayorías por medio de la organización y la lucha por las demandas que nos permitan tener una vida mejor.

Apostamos por evitar el sectarismo entre la izquierda, de la cual nos sentimos parte, por ello nuestra máxima es la unidad en la lucha y la diversidad comprendida como la aceptación de trabajar con diversas organizaciones bajo la premisa de encontrarnos en algún movimiento social u organización social, respetando las identidades y formas de trabajo propios de cada organización.

Creemos que en la realidad concreta no debemos ser tan solo engranajes de una gran maquina que nos domina y de la cual pasamos a formar parte, por ello apostamos a la transformación de los sujetos levantando los valores socialistas como premisa para la transformación de la sociedad.

Solo por medio de una transformación radical , es decir una revolución, seremos capaces de construir una nueva sociedad en donde las personas no estén al servicio de los empresarios y el mercado con sus vaivenes, solo por medio de una revolución seremos capaces de recuperar lo que nos pertenece y de devolverle a la sociedad la libertad de labrar su camino sin ser este alambrado por los intereses de los poderosos.

circulosrevolucionarios@gmail.com

jueves, 30 de abril de 2009

¿Día del trabajo o día del trabajador?

"Si el sistema es el mismo y las conquistas de los trabajadores poco a poco han sido minadas ¿corresponde que asumamos esta fecha como fiesta? ¿Es esa la respuesta que debemos dar frente a la cesantia, los robos de las farmacias, las perdidas de nuestros fondos de pensiones y la mercantilización de la educación? NO. Los trabajadores y el pueblo pobre deben recuperar el primero de mayo como una fecha de lucha organizada que permita interrumpir la producción del país como manera de presión para hacer valer nuestros derechos tantes veces pisoteados, para eso es necesaria una central obrera que este dispuesta a colocarse a la cabeza de las luchas, y que con valor busque la realización de un verdadero paro nacional"



Este nuevo primero de mayo veremos a la presidenta en nuestras pantallas “celebrando” el día del “trabajo”, y a la CUT organizando una gran fiesta en la Alameda, tal vez amenazando con un paro nacional para el próximo año que finalmente bajará a una jornada de movilización, también veremos a los “cara de poleras” irrumpiendo en este escenario, violentando “el día del trabajo” y la “Celebración” del día del trabajador organizada por la CUT. Finalmente el debate se centrará en el discursos de la presidenta con trabajadores de alguna empresa que no respeto el feriado, las peticiones de la CUT y los actos violentos, mostrando en cámara a un carabinero que es repelido a piedrazos y a uno que otro detenido.

Pero el tema de fondo es el sentido de la fecha y la forma de manifestarse que sea más adecuada para lograr las reivindicaciones de los trabajadores y el pueblo pobre.

El día del trabajador nos remite a las jornadas de lucha de la clase obrera contra el capitalismo y los patrones, esa lucha se realizaba de manera frontal buscando romper la cotidianidad del mercado paralizando la producción por medio de la lucha de los propios trabajadores en las calles. Ese fue el motivo que llevo a declarar al primero de mayo como feriado legal, pues en la practica la producción era detenida por la acción organizada de la clase obrera y sus familias. De esta forma buscaban bajar la participación y evitar la conflictividad de la fecha.

Pues bien, hoy vivimos en el mismo sistema, pero que ha ido realizando modificaciones en su interior que le han permitido mantener la dominación. Lamentablemente hoy las condiciones laborales de las clases trabajadoras han visto desvanecerse las conquistas ganadas en años de lucha: jornada de 8 horas de trabajo, respeto de los feriados, derecho a huelga legal, sueldos dignos (hoy la explotación se hace caer con mayor fuerza en las espaldas de los trabajadores subcontratados mientras el patrón se esfuma en pequeñas empresas al servicio de las compañías como forma de evitar las demandas salariales y la sindicalización, pues si se dan estas situaciones, simplemente las empresas cancelan contratos con los pequeños patrones subcontratistas dejando cesantes a los trabajadores que reaccionen a la explotación), etc. las situaciones de seguridad siguen siendo insuficientes y es común ver obreros que mueren por falta de seguridad en las faenas, ademas la cesantia va en aumento: el numero de trabajadores desocupados llega a un millón doscientos mil producto de la crisis del capitalismo neoliberal. Esa es la realidad de las condiciones laborales de los trabajadores que poco a poco comienzan a movilizarse.

Si el sistema es el mismo y las conquistas de los trabajadores poco a poco han sido minadas ¿corresponde que asumamos esta fecha como fiesta? ¿Es esa la respuesta que debemos dar frente a la cesantia, los robos de las farmacias, las perdidas de nuestros fondos de pensiones y la mercantilización de la educación? NO. Los trabajadores y el pueblo pobre deben recuperar el primero de mayo como una fecha de lucha organizada que permita interrumpir la producción del país como manera de presión para hacer valer nuestros derechos tantes veces pisoteados, para eso es necesaria una central obrera que este dispuesta a colocarse a la cabeza de las luchas, y que con valor busque la realización de un verdadero paro nacional, un paro de la producción, no solo una movilización de los trabajadores que culmine con grandes discursos, sino que dé por resultado el recuperar los derechos arrebatados como paso a la conquista de una vida digna, solo en un nuevo Chile donde no exista explotación se justificará que el primero de mayo sea un día de fiesta, mientras tantos las calles deberán ser nuestras trincheras, pero no de manera desorganizada ni vanguardista por parte de un pequeño grupo, sino con la conciencia de que el objetivo debe ser arrebatar los derechos robados por el poder y sus expresiones en la búsqueda de un Chile de todos, un Chile popular, donde el primero de mayo como fiesta tendrá justificación.


 
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