Los CJR buscan aportar al lento proceso de reconstrucción de las organizaciones sociales de base por medio de la participación directa de los pobladores, estudiantes y trabajadores en la resolución de nuestros problemas, afrontamos con esperanza el presente, apostando por la capacidad de desarrollo que posee el mundo social y confiando en las bases sociales, semilleros de nuevas personas que enfrenten las necesidades y marginaciones de las mayorías por medio de la organización y la lucha por las demandas que nos permitan tener una vida mejor.

Apostamos por evitar el sectarismo entre la izquierda, de la cual nos sentimos parte, por ello nuestra máxima es la unidad en la lucha y la diversidad comprendida como la aceptación de trabajar con diversas organizaciones bajo la premisa de encontrarnos en algún movimiento social u organización social, respetando las identidades y formas de trabajo propios de cada organización.

Creemos que en la realidad concreta no debemos ser tan solo engranajes de una gran maquina que nos domina y de la cual pasamos a formar parte, por ello apostamos a la transformación de los sujetos levantando los valores socialistas como premisa para la transformación de la sociedad.

Solo por medio de una transformación radical , es decir una revolución, seremos capaces de construir una nueva sociedad en donde las personas no estén al servicio de los empresarios y el mercado con sus vaivenes, solo por medio de una revolución seremos capaces de recuperar lo que nos pertenece y de devolverle a la sociedad la libertad de labrar su camino sin ser este alambrado por los intereses de los poderosos.

circulosrevolucionarios@gmail.com

viernes, 7 de agosto de 2009

Declaración Pública Asamblea Nacional por los Derechos Humanos

"La libertad de reunión y manifestación en un espacio público, se traduce en el derecho que tiene un número indeterminado de personas para agruparse momentáneamente con el fin de plantear problemas comunes. Esta libertad representa una expresión de la libertad de movilización, la que se verá gravemente afectada con este proyecto de ley. Principalmente afectará aquellos que no son atendidos, escuchados y respondidos por la autoridad (municipios, seremi, ministerios, tribunales, policías, serviu, etc.), por servicios públicos (agua, luz, consultorios, telefonía, transporte, etc.), por privados (grandes tiendas, bancos, empleadores, afp, isapres, créditos, etc.). "





Durante el mes de agosto, la cámara de diputados debería despachar el proyecto de ley enviado por el ejecutivo que modifica distintos cuerpos legales para hacer responsable penalmente a quien convoque, anime, y participe activamente de una manifestación pública.

Este proyecto de ley restringe lo garantizado por el número 13 del artículo 19 de la Constitución Política de la República, la cual garantiza a todas las personas “el derecho a reunirse sin permiso previo y sin armas”. Dicho derecho garantizado en nuestra Carta Fundamental, claramente impone su respeto no sólo respecto de los órganos del Estado, sino que lo reclama respecto de todos los miembros de la sociedad.

La libertad de reunión y manifestación en un espacio público, se traduce en el derecho que tiene un número indeterminado de personas para agruparse momentáneamente con el fin de plantear problemas comunes. Esta libertad representa una expresión de la libertad de movilización, la que se verá gravemente afectada con este proyecto de ley. Principalmente afectará aquellos que no son atendidos, escuchados y respondidos por la autoridad (municipios, seremi, ministerios, tribunales, policías, serviu, etc.), por servicios públicos (agua, luz, consultorios, telefonía, transporte, etc.), por privados (grandes tiendas, bancos, empleadores, afp, isapres, créditos, etc.).

El derecho a manifestarse y expresar públicamente necesidades, pensamientos, ideas, reclamos u opiniones en plazas y calles es un derecho fundamental, por lo tanto irrenunciable, indivisible e interdependiente al derecho a la libertad de expresión en el espacio público.

Actualmente, el derecho fundamental en cuestión, se encuentra limitado por estar sujeto a la simple voluntad de la autoridad administrativa (intendentes y gobernadores). Preguntamos: ¿Porqué un derecho constitucional se encuentra limitado por habilitaciones administrativas?

De aprobarse, el proyecto de ley consagraría legalmente las actúales restricciones, presumiría la intención de cometer delito por parte de quienes convoquen a manifestaciones públicas y profundizaría la inexistencia del derecho a reunión pública en Chile. El derecho a reunión y manifestación en el espacio público sin permiso previo y sin armas es un derecho humano consagrado en tratados internacionales firmados y ratificados por Chile. El Estado en vez de limitarlo debe reconocerlo, promoverlo y asegurarlo.

Cómo Asamblea Nacional por los Derechos Humanos rechazamos el proyecto enviado por el Ejecutivo y aprobado por la Cámara Alta. Exigimos el retiro inmediato de la urgencia simple y que el gobierno desista de la intención de criminalizar un derecho fundamental de todos y todas la chilenos y chilenas.

Anunciamos a partir de hoy una campaña nacional para que la ciudadanía se oponga activamente a este nuevo intento de flagelar un derecho fundamental. Y solicitamos audiencia con la Presidenta de la República para tratar el tema.

ASAMBLEA NACIONAL POR LOS DERECHOS HUMANOS.

 
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